Primer día de trabajo.
Primer día laboral, seamos claros, porque ya llevo años trabajando... muchos, sí... y aunque a veces me siento cansada, aunque anoche no quería que se terminaran las vacaciones... no quería volver a trabajar... hoy me levanté dispuesta a enfrentar la realidad (y dejar de lado, al menos por la mañana, la rutina de andar descalza todo el día, sin maquillaje, y sin fijarme mucho "qué me pongo")
... decía... me levanté, prendí la compu, puse el agua para un café... me pinté las uñas, me planché el pelo... miré con desgano mi placard y vino a mi mente el lejano pensamiento de... "qué me pongo?"
Cuando estuve lista, cuando el auto iba llegando a la biblioteca casi conduciendo de memoria, ya tuve ganas de entrar... y, por supuesto, entré:
La agenda recordaba una reunión fijada para las 10:00, pero llegué y me encontré con otra reunión, intensa, interesante, propia del primer día de trabajo en el que es necesario recordar en qué habíamos quedado y por dónde hay que comenzar...
Luego llegó la reunión de las 10... y a eso de las 11 me dispuse a recorrer nuevamente los departamentos, saludar a los compañeros de trabajo, ver cómo estaban, cómo lo habían pasado...
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Todo eso me escuché decir, y lo que no dije, lo pensé... fue lindo estar en casa, y también es lindo tener un lugar al que tanto quiero a dónde volver a trabajar.
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