Despacho en forma de corazón |
Ese gran corazón, que es uno solo,
Ese Gran Corazón que somos todos...
Ese gran corazón nuestro que es cada vez más y más grande cuando más cerquita del amor estamos, pero no de cualquier amor... sino de ese amor al que llamamos Munay, ese amor que está por sobre todos nosotros, por sobre todas las cosas, ese amor inconmensurable, ese amor empoderado.
En ese primer viaje a Cusco, logré ponerle un nombre a este caminito que desde hace años me viene llevando a lugares y personas tan maravilosas...
Un caminito por el que me dejo llevar, acompañada de la voz de mi corazón y que, de repente y casi sin pasar por mi consciencia, me llevó a compartir horas y horas con la familia Apaza, con Mama María, con su Ayllu, con ellos, los tan nombrados y admirados por mí, los Q'ero, los que me permitieron formar parte de su familia
Cuando me preguntan qué fui a aprender al lado de los Q'ero... no puedo responder, porque lo que más hice fue sentir, vivir, amar, reir, cantar, y saber que soy una con la Naturaleza Toda...
Por eso, para quienes todavía me preguntan qué hice en Cusco... dejo estas fotos que, creo, hablan por sí solas
Mama María Apaza y yo, tejiendo una watana |
Fogón previo a la quema de los despachos |
Nuestras Mishas |
Mama María Apaza bajando del Humantay |
Cartel indicador "Soraypamapa Altitud: 3800 msnv Abra Salkantay a 7,5 km |
Mamá María y yo, tejiendo una watana |
Mamá María y yo, tejiendo una watana |
Tejidos realizados por los Q'ero. En la base de los cerros Humantay y Salkantay Detrás se ven los refugios donde dormimos |
Junto a Manuel Jerillo Apaza, con quien armé mi Misha y mi dispacho de iniciación como Pampamisayoq |
Cartel indicador del mirador de Cóndores de Chona |
En Chonta, en el mirador de cóndores, se ve el sol escondiéndose detrás de los cerros |
Mamá cocha Humantay Laguna sagrada de Humantay |
Valle sagrado de Calca, Cusco |
Avistaje de Cóndores en Chonta |
Junto a Alejandro Apaza en el Parque Arqueológico Pikillaqta |