Llegar a la biblio...
saludar... beso, beso, beso... a todo el que uno cruza... saludar, preguntar "cómo va?"
entrar a la oficina... encender la compu...
preparar el mate... y recién ahí, sentarse frente al monitor...
la rutina ahí es casi siempre la misma:
Abrir el navegador directamente en Google (desde hace un tiempo el Chrome, aunque añore los complementos del Firefox)... a partir de ahí...
Facebook...
Spleetweet (para administrar mi cuenta de twitter y la de la biblio)...
Gmail...
el Site (privado) del Area Técnico-Operativa y de Servicios
y a leer se ha dicho...
correos: los míos y los de la biblioteca, por suerte todo configurado para leerlos desde el gmail: eliminar los spam y las publicidades que no voy a leer, archivar los que quizás (un quizás que quizás nunca llegue) lea mas tarde, y a leer y responder lo que así lo exige
Ver notificaciones en el Facebook, en el mío y en el de la biblioteca...
y luego ponerse al día con las cuentas en Twitter,
Publicar las noticias de la UNLP, ver qué está pasando en el mundo de la bibliotecología... ver que está pasando en mi biblioteca...
Y si pensamos que esto nos lleva toda una mañana... nos estamos equivocando... es solo el principio...
Luego llegan un sinfín de actividades... llamados telefónicos, visitas a la oficina, reuniones en las distintas Direcciones, reuniones en LA Dirección, visitas que me gusta hacerle a los compañeros de trabajo, seguimientos de las tareas iniciadas...
puf! y sin darse cuenta llega la hora de volver a casa...y solo me tomé tres o cuatro mates...
y me comí alguna cosita rica en algún departamento...
y abrí la agenda decenas de veces...
y soy feliz... porque esta es una parte de mi vida...
porque esta es una rutina que me encanta seguir...
